CONTIGO: TALLER DE EMPLEO PARA LA AUTONOMÍA Y LA CALIDAD DE VIDA II

lunes, 13 de junio de 2011

Un ataque inteligente contra la diabetes

Un ataque inteligente contra la diabetes

Miércoles, 01 de junio de 2011 16:19
Su pasión por la bioquímica y un doloroso momento familiar llevaron a Carlos Mendivil a especializarse en tratar la diabetes. Basado en su investigación con lípidos creó los ‘liposomas inteligentes’, partículas de grasa con las que se pueden atacar, de manera simultánea, las causas. Su idea fue premiada en Harvard, donde es candidato a doctorado en bioquímica alimenticia.
"Vi este reto y simplemente no me pude resistir”.
Así le habló Carlos Mendivil Anaya a un selecto grupo de académicos de la Universidad de Harvard –en septiembre de 2010–, cuando explicó por qué se animó a participar en una convocatoria hecha por esa institución para premiar las ideas más innovadoras con el fin de combatir la diabetes tipo 1.
El reto que sedujo a este médico diabetólogo, apasionado –desde que era bachiller– por la ciencia y la bioquímica fue el ‘Harvard Catalyst/InnoCentive: el desafío a la posibilidad de formular ideas’, una invitación a los investigadores capaces de responder sobre lo desconocido para curar la diabetes tipo 1.
Mendivil respondió y su propuesta fue una de las 190 analizadas por 240 expertos. El grupo –biomédicos y representantes de empresas farmacéuticas y de investigación biotecnológica, entre otros– evaluó cada idea y seleccionó 12. Entre ellas la de este médico colombiano, quien llegó a la Escuela de Medicina de Harvard becado por el Programa de Desarrollo Docente de la Universidad de los Andes. Obtendrá su doctorado en bioquímica alimenticia y en junio próximo regresará con sus alumnos de fisiología en Los Andes.
Cuenta que se le ‘midió’ al desafío, pues la diabetes es una vieja compañera en su carrera como científico. Desde que era estudiante de medicina y estadística en la Universidad Nacional, trabajó con la División de Lípidos y Diabetes. Se centró en la respuesta del organismo a la ingestión de grasas.
De esa época recuerda cómo se metió de lleno en el tema. “Solicité que me permitieran hacer la segun da mitad de mi internado y la totalidad de mi servicio social obligatorio en investigación”.
Fue un desafío.
“La diabetes y las alteraciones del metabolismo involucran mucho pensamiento analítico, mucha familiaridad con las ciencias básicas y un auténtico interés por los grandes problemas de la sociedad”.
Pero hubo también un fuerte componente emocional. Parte de su interés por la diabetes empezó cuando sus abuelos maternos murieron por complicaciones de diabetes tipo 2. Hoy el drama persiste: dos de sus tíos también la padecen.
“He visto pacientes de diabetes tipo 1 padecerla en su niñez, adolescencia y adultez. Esto hace que el rostro humano me sea muy familiar y cercano a mi corazón”, les dijo a los médicos de Harvard el año pasado.
Liposomas inteligentes
Movido por la ciencia y por el drama familiar, Mendivil ha investigado todos los aspectos de la enfermedad con la que convive el siete por ciento de la población adulta en Colombia.
Hoy, a sus 33 años, evoca las primeras consultas. “Al principio me sorprendía lo fisgón que debe ser un buen diabetólogo”, y asegura que es necesario averiguar todas las rutinas del paciente: qué come, a qué horas, cuándo se acuesta, en qué viaja, cómo es su vida sexual, dónde va de vacaciones…
“Es absolutamente increíble el grado de conocimiento del paciente que se requiere para un buen tratamiento”, comenta. Con diagnósticos en sus manos y muchas ideas se preguntó: “Realmente es un problema sencillo, ¿por qué no lo podemos curar?”, y encontró la respuesta en sus experimentos con los lípidos.
“Normalmente (la diabetes tipo 1) tiene solo una causa y si es así, es un problema relativamente simple en su patofisiología”, expresó ante el cuerpo médico de Harvard, el día de la premiación.
Y continuó: “Hay tres piedras angulares en la diabetes tipo1: la autoinmunidad, la inflamación y la insuficiencia de las células beta y tienden a ir en ese orden cronológico. El problema para mí es que todas las terapias se enfocan en alguna de las tres, bien sea que se quieran reemplazar las células beta con nuevas células madre diferenciales o reemplazar la insulina es sí misma, o atacar la respuesta inmune…pero nadie realmente está atacando los tres problemas simultáneamente… ¿cómo se puede lograr una forma de regularlo temporal o cronológicamente?”.
Desde Boston, donde Mendivil reside y estudia, resume su propuesta médica, galardonada en Harvard. “Mi idea es diseñar pequeñas partículas de grasa –liposomas–, recubiertas de proteínas, que atenúan la autoinmunidad pero que también llevan en su interior medicamentos que calman la inflamación en el páncreas y estimulan la reproducción de las células beta aún vivas”.
De esta manera se puede aplicar a los pacientes un tratamiento integral.
Subraya que una de las cosas buenas de los liposomas es que se pueden direccionar y hay una cantidad de estrategias para lograrlo. “Y los que yo he llamado ‘liposomas inteligentes’ están direccionados a las células beta”.
Con unas pocas rutinas –comenta Mendivil– atacando todas las alteraciones a la vez, se podría dar un tratamiento definitivo a la enfermedad, o al menos llevar al paciente a un nivel de producción de insulina, en el que la administración externa de la misma no sea necesaria.
Su investigación se encuentra en etapa de validación, pero su espíritu como investigador va un paso más adelante: Mendivil está convencido de lograrlo y cree que le falta muy poco. “Se requerirá una fase adicional de desarrollo para probar la idea en modelos animales y eventualmente en pacientes con diabetes, pero cuantas más y mejores estrategias se intenten, más se acercará la posibilidad de encontrar una cura a la diabetes tipo 1”
De la libreta de apuntes…
Carlos Mendivil cuenta apartes de su investigación para curar la diabetes tipo 1.
-¿Cómo se producen esas partículas de grasa para atenuar la autoinmunidad?
-Son partículas hechas de un tipo de grasa llamada fosfolípidos. Son ‘burbujas’ que pueden ser recubiertas de varios materiales y pueden también llevar diversas sustancias en su interior.
-¿Cómo se componen esas partículas?
-Tienen una capa de fosfolípidos. En su superficie, proteínas especiales que ayudan a atenuar la autoinmunidad y en su interior, moléculas que ayudan a la regeneración de las células beta y detienen la inflamación y destrucción que ocurren en el páncreas.
-¿Esas partículas son químicas?
-Son sintetizadas artificialmente. Son muy complejas y tienen muchos compuestos químicos.
-¿Existe la posibilidad de que el organismo sobreproduzca células beta?
-Es una posibilidad teórica. La capacidad de reproducción de las células beta después del nacimiento es limitada y el proceso de destrucción autoinmune es tan extenso que una sobreexpansión de las células beta parece una posibilidad remota.
-Si esto ocurre, ¿se pueden afectar el organismo y su funcionamiento o sus dinámicas?
-Si algo así llegase a suceder, habría maneras fáciles de detectarlo siguiendo las concentraciones de insulina y glucosa en la sangre de los pacientes.
-¿En qué fase se encuentra hoy su investigación?
-En la validación del modelo y en la evaluación de la factibilidad técnica y financiera del mismo.

 

1 comentario:

  1. soy un estudiante de Q.F.B MI CORREO superka_911@hotmail.com si pueden guiarme en mi busqueda de datos para iniciar una investigacion por favor les agradeceria mucho mi situacion es similar a la que paso carlos mendivil y quiero poner mi granito de arena

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